La firma taiwanesa sigue mostrando su peor cara. Malos resultados, productos que carecen de sentido por su mala relación precio-prestaciones, y hoy un escándalo más que considerable, ya que han sido detenidos tres trabajadores de HTC acusados por robo de secretos y fraude.
No, los detenidos no son trabajadores de “baja categoría”, sino de bastante peso, ya que hablamos de Thomas Chien, vicepresidente de diseño de producto; Wu Chien Hung, director de investigación y desarrollo de la firma y Justin Huang, director senior del equipo de diseño y uno de los responsables del aspecto del HTC One, actual tope de gama de la compañía.
La fiscalía taiwanesa está investigando los hechos que, al parecer, indican que los tres sujetos pretendían renunciar a sus cargos y montar su propia empresa centrada en el mercado smartphone de Taiwán y China. Lo dicho se refuerza con el hecho de que Thomas Chien fue descubierto descargando archivos relativos a la próxima interfaz Sense 6.0, los cuales compartió con fuentes externas por correo electrónico.
Hasta aquí el tema del robo de secretos industriales, entramos a ver el fraude. Según la acusación presentada los tres ex-trabajadores de HTC citados habrían incurrido en gastos fraudulentos cuando se diseñó el HTC One, gracias a un acuerdo con una firma externa, lo que les permitió incrementar el coste en 334.000 dólares que se repartieron entre ellos.
Visto lo visto no hay duda, a HTC le crecen los enanos. Estaremos atentos por si se filtra algún dato de la interfaz Sense 6.0.
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